Las aguas que quedan en el lago Tulare están altamente contaminadas con una variedad de contaminantes, incluidos pesticidas, herbicidas, fertilizantes y metales pesados. Estos contaminantes provienen de diversas fuentes, incluidas escorrentías agrícolas, descargas industriales y plantas de tratamiento de aguas residuales.
Los contaminantes del lago Tulare han tenido un impacto devastador en el ecosistema del lago. El lago ahora alberga sólo una fracción de las especies de plantas y animales que alguna vez sostuvo, y muchas de las especies restantes están luchando por sobrevivir.
Además de los contaminantes, el lago Tulare también alberga una gran población de garcetas. Las garcetas son aves zancudas que se alimentan de peces, ranas y otros animales pequeños. Las garcetas que viven en el lago Tulare también están contaminadas con contaminantes y, a menudo, se las ve con deformidades y otros problemas de salud.
Los contaminantes del lago Tulare representan una grave amenaza para la salud humana. El agua no es segura para beber ni bañarse, y los peces no son seguros para comer. Los contaminantes también pueden causar una variedad de problemas de salud, incluidos cáncer, defectos de nacimiento y daños al sistema nervioso.
El estado de California está trabajando para limpiar el lago Tulare, pero el proceso es lento y costoso. Probablemente pasarán muchos años antes de que el lago vuelva a ser seguro para el uso humano.
Mientras tanto, se recomienda a las personas que viven cerca del lago Tulare que eviten el contacto con el agua y los peces. También deben ser conscientes de los riesgos para la salud asociados con los contaminantes del lago y tomar medidas para protegerse.