Artes de pesca: Las ballenas también pueden enredarse en aparejos de pesca, lo que puede ahogarlas o provocarles lesiones graves.
Pérdida de hábitat: La pérdida de hábitat debido al desarrollo costero, la contaminación y otras actividades humanas también puede contribuir a la muerte de ballenas.
Cambio climático: El cambio climático también está teniendo un impacto negativo en las ballenas, provocando cambios en su suministro de alimentos y patrones de migración. Esto puede hacerlos más vulnerables a las enfermedades y la depredación.