Reducción del riesgo de depredación :La migración nocturna proporciona a las aves cierta protección contra los depredadores que están principalmente activos durante el día, como las aves rapaces diurnas y los depredadores terrestres. Al volar al amparo de la oscuridad, las aves pueden reducir sus posibilidades de ser detectadas y atacadas.
Mayor visibilidad de las señales celestes :Muchas especies de aves dependen de señales celestes, como la posición de las estrellas y las constelaciones, para orientarse durante sus migraciones. Por la noche, el cielo está más despejado y las estrellas son más visibles, lo que permite a las aves utilizar estas señales de forma más eficaz.
Condiciones climáticas favorables :Durante la noche, las temperaturas tienden a ser más frescas, lo que puede resultar ventajoso para las aves que necesitan conservar energía durante sus largos viajes. Además, el aire nocturno suele estar más tranquilo, lo que reduce las turbulencias y facilita el vuelo de las aves.
Mejor utilización de las fuentes de alimentos :Algunas especies de aves migran según la disponibilidad de recursos alimentarios. La migración nocturna puede permitir que las aves accedan a diferentes áreas de alimentación que pueden ser más productivas o menos concurridas durante la noche, aumentando sus posibilidades de encontrar alimento.
Menor riesgo de deshidratación :La migración durante el día expone a las aves a temperaturas más altas y al intenso calor del sol. Volar de noche puede reducir la pérdida de agua por evaporación y ayudar a las aves a conservar fluidos corporales, lo cual es particularmente importante para las especies que cruzan largas distancias sin acceso al agua.