El zooplancton son animales pequeños y a la deriva que habitan en diversos cuerpos de agua, incluidos lagos, océanos y ríos. En Lake Tahoe, el zooplancton se compone principalmente de pequeños crustáceos, como copépodos y cladóceros, y rotíferos, animales microscópicos que hacen girar sus ruedas ciliadas para moverse y alimentarse.
Estas criaturas aparentemente insignificantes son la base de la cadena alimentaria del lago Tahoe. Se alimentan de algas, fitoplancton y otros organismos microscópicos que prosperan en las aguas ricas en nutrientes del lago. Al consumir estas partículas, el zooplancton ayuda a controlar el crecimiento de algas y previene la proliferación dañina que puede nublar la claridad del lago y agotar los niveles de oxígeno.
A medida que el zooplancton se alimenta y se reproduce, sus productos de desecho contribuyen al ciclo de nutrientes del lago. Sus excreciones liberan valiosos nutrientes de regreso al agua, haciéndolos disponibles para otros organismos del ecosistema. Este proceso de reciclaje garantiza la productividad continua del lago y sustenta una amplia gama de vida acuática.
El zooplancton también sirve como fuente de alimento crucial para organismos más grandes del lago. Son la dieta principal del salmón kokanee, una especie de salmón rojo sin salida al mar, así como de otros peces e invertebrados. Al proporcionar sustento a estos niveles tróficos superiores, el zooplancton desempeña un papel fundamental en el mantenimiento del delicado equilibrio del lago.
A pesar de su tamaño microscópico y su estado a menudo pasado por alto, el zooplancton es la columna vertebral del ecosistema del lago Tahoe. Su pastoreo constante mantiene limpias las aguas del lago, su ciclo de nutrientes sostiene una próspera red alimentaria y su contribución a la cadena alimentaria sustenta todo el ecosistema del lago. Sin estas diminutas criaturas, el lago Tahoe no sería la prístina e impresionante masa de agua que es hoy.