1. Niveles de Dióxido de Carbono:El impacto más evidente es el aumento de la concentración de dióxido de carbono alrededor de la planta cuando se habla. Los humanos emiten dióxido de carbono cuando exhalan y las plantas lo necesitan durante la fotosíntesis. Por lo tanto, los niveles elevados de dióxido de carbono pueden estimular breves períodos de crecimiento.
2. Reducción del estrés:Hablar en voz baja y tranquilizadora puede crear una atmósfera serena, reduciendo los niveles de estrés en la planta. La reducción del estrés puede influir en el equilibrio hormonal de la planta, lo que tiene un efecto menor en los patrones de crecimiento.
3. Percepción de vibraciones:Algunos piensan que las plantas pueden captar las débiles vibraciones causadas por las palabras. Las investigaciones sobre el efecto del sonido y la vibración en el crecimiento de las plantas a menudo han descubierto resultados variables.
4. Efecto emocional:Si bien no existe prueba científica que respalde la afirmación de que el estado emocional de una persona afecta el crecimiento de las plantas, muchos jardineros sostienen que el amor y el cuidado que muestran a sus plantas ayudan en su crecimiento. Las plantas pueden verse afectadas indirectamente por el carácter y el bienestar emocional del jardinero.
5. Atención y Mantenimiento:Hablar con las plantas nos recuerda cuidarlas mejor, regarlas, podarlas y darles la atención que necesitan para prosperar.
Es fundamental recordar que hablar con las plantas es mucho menos esencial para su desarrollo saludable que brindarles las circunstancias adecuadas, como suficiente agua, luz solar, aire y nutrientes del suelo. Hablar con ellos puede ofrecer un breve impulso de dióxido de carbono, promover un ambiente más tranquilo o servir como metáfora de brindarles atención y cuidado.