Otros dispersores de semillas: Las aves no son los únicos animales que dispersan semillas. Los mamíferos, como los murciélagos, las ratas y los monos, también desempeñan un papel importante en la dispersión de semillas. Además, el viento, el agua e incluso la gravedad pueden dispersar las semillas.
Adaptación de la planta: Muchas plantas han desarrollado adaptaciones que les permiten dispersar sus semillas sin la ayuda de los pájaros. Por ejemplo, algunas plantas producen semillas con alas o paracaídas que les permiten ser transportadas por el viento. Otros producen frutos que son comidos por los animales y las semillas pasan por el sistema digestivo y se depositan en nuevos lugares.
Resiliencia forestal: Los bosques son ecosistemas complejos que pueden adaptarse y recuperarse de las perturbaciones. Incluso si las aves desaparecieran, es probable que los bosques aún pudieran funcionar y mantener su estructura. Con el tiempo, otras especies podrían evolucionar para llenar el nicho ecológico dejado por las aves, y el bosque eventualmente alcanzaría un nuevo equilibrio.