- El aumento de las temperaturas está provocando el derretimiento de los glaciares y la capa de nieve, lo que reduce el suministro de agua para beber, irrigar y generar energía hidroeléctrica.
- Las tormentas más intensas están provocando inundaciones y deslizamientos de tierra, que pueden dañar la infraestructura hídrica y contaminar las fuentes de agua potable.
- El aumento del nivel del mar está salinizando los suministros de agua subterránea costera, haciéndolos inutilizables para beber o irrigar.
La escasez y la contaminación del agua pueden tener consecuencias devastadoras para la salud humana, la seguridad alimentaria y el desarrollo económico.
- Las enfermedades transmitidas por el agua son una de las principales causas de muerte en los países en desarrollo y se espera que el cambio climático aumente la incidencia de estas enfermedades.
- Las sequías pueden dañar los cultivos y el ganado, provocando escasez de alimentos y aumento de precios.
- La escasez de agua también puede provocar conflictos y desplazamientos, ya que las personas migran en busca de agua.
El cambio climático es un problema global, pero está teniendo un impacto desproporcionado en las comunidades más pobres y vulnerables del mundo.
- Estas comunidades suelen estar ubicadas en áreas que ya sufren estrés hídrico y tienen menos recursos para adaptarse a los impactos del cambio climático.
Necesitamos tomar medidas urgentes para abordar el cambio climático y proteger los recursos hídricos.
- Esto incluye reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, invertir en medidas de adaptación climática y promover prácticas sostenibles de uso del agua.
El agua debe estar en el centro de la acción climática porque es esencial para la vida y porque el cambio climático está teniendo un impacto devastador en los recursos hídricos de todo el mundo.
A continuación se muestran algunas formas específicas en que se puede integrar el agua en la acción climática:
- Conservación del agua: Podemos reducir nuestro consumo de agua tomando duchas más cortas, arreglando grifos que gotean y regando nuestro césped con menos frecuencia.
- Reutilización del agua: Podemos reutilizar el agua para riego, lavado de automóviles y otros fines no potables.
- Captación de agua de lluvia: Podemos recolectar agua de lluvia y almacenarla para usarla durante los períodos de sequía.
- Sistemas de aguas grises: Podemos utilizar aguas grises (como aguas residuales de lavabos y duchas) para regar plantas o descargar inodoros.
- Infraestructura verde: Podemos utilizar infraestructura verde, como jardines de lluvia y pavimento permeable, para ayudar a gestionar la escorrentía de aguas pluviales y reducir las inundaciones.
Al tomar estas acciones, podemos ayudar a proteger los recursos hídricos y garantizar que todos tengan acceso a este recurso esencial.