1. Sequía y escasez de agua: La región maya experimentó largos períodos de sequía durante los siglos VIII y IX, lo que provocó escasez de agua y fracasos agrícolas. Como la población dependía en gran medida de la agricultura de secano, la sequía provocó una grave escasez de alimentos y perturbaciones en la sociedad maya.
2. Deforestación y superpoblación: La civilización maya enfrentó desafíos debido a la superpoblación y las prácticas agrícolas insostenibles. La creciente demanda de tierras agrícolas provocó la deforestación, lo que a su vez afectó el clima local y los patrones de precipitaciones. La pérdida de cubierta forestal también provocó la erosión del suelo y una reducción de la retención de agua, lo que exacerbó el impacto de las sequías.
3. Inestabilidad política y guerra: La región maya fue testigo de inestabilidad política y conflictos entre ciudades-estado rivales. Las guerras prolongadas y las luchas por el poder desviaron recursos de las actividades económicas, incluida la agricultura, lo que puso a prueba aún más la capacidad de la civilización para hacer frente a los desafíos ambientales.
4. Perturbación del comercio: La civilización maya dependía de redes comerciales de larga distancia para obtener bienes y recursos esenciales. Las interrupciones en las rutas comerciales debido a conflictos, eventos relacionados con el clima o cambios en las alianzas políticas también contribuyeron al declive económico y al malestar social.
5. Cambios sociales y culturales: Los cambios sociales y culturales internos dentro de la sociedad maya pueden haber influido en su declive. Factores como cambios en las creencias religiosas, la pérdida de identidad cultural y cambios en las estructuras de poder podrían haber debilitado el tejido social y la resiliencia de la civilización.
Por lo tanto, si bien el cambio climático fue un factor importante en el declive de la civilización maya, no fue la única causa. Una combinación de desafíos ambientales, superpoblación, guerras, perturbaciones comerciales y cambios sociales internos condujeron en última instancia al colapso de la civilización maya.