Cambio climático
La civilización maya prosperó durante un período de condiciones climáticas relativamente estables. Sin embargo, alrededor del siglo VIII d.C., el clima en la región maya comenzó a cambiar. La región experimentó una sequía prolongada, que provocó pérdidas generalizadas de cosechas y hambrunas. Esto provocó conflictos y una disminución de la población, lo que contribuyó aún más al colapso de la civilización maya.
Superpoblación
La población maya creció rápidamente durante el período Clásico. Esto ejerció presión sobre los recursos de la región, incluidos el agua, los alimentos y la madera. Los mayas también se enfrentaron a una competencia cada vez mayor de otras civilizaciones de la región, como las civilizaciones teotihuacana y tolteca.
Deforestación
Los mayas talaron grandes áreas de bosque para dejar espacio a la agricultura y los asentamientos. Esta deforestación provocó la erosión del suelo, lo que redujo aún más la productividad de la tierra. La pérdida de árboles también hizo que la región fuera más susceptible a la sequía.
Guerra
El período Clásico fue una época de intensas guerras entre ciudades-estado mayas. Esta guerra a menudo fue causada por la competencia por recursos, como la tierra y el agua. La guerra también provocó la destrucción de muchas ciudades mayas y el desplazamiento de sus habitantes.
El colapso de la civilización maya fue un evento complejo causado por una variedad de factores. El cambio climático fue uno de estos factores, pero no el único. La civilización maya también enfrentó desafíos debido a la superpoblación, la deforestación y la guerra. Estos desafíos eventualmente llevaron al colapso de la civilización maya, pero el legado de la civilización continúa vivo.