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    Cómo los países en zonas de conflicto pueden recuperarse de las inundaciones:lecciones de Pakistán
    Crédito:Unsplash/CC0 Dominio público

    Más de 6.000 personas murieron y al menos 11.000 desaparecieron tras la destructiva inundación que azotó Libia el 10 de septiembre de 2023.



    La infraestructura en el noreste de Libia ha resultado gravemente dañada. La economía sigue sufriendo y empresas que son socios cruciales para la reconstrucción y el desarrollo se han visto obligadas a cerrar debido a los daños de las inundaciones. Con más de 40.000 personas aún desplazadas, la escasez de mano de obra continúa y los servicios esenciales, incluida la atención médica, siguen interrumpidos.

    Esta grave inundación puso de relieve la vulnerabilidad de Libia, un país que ya se enfrenta a la inestabilidad política, el conflicto en curso y una economía en deterioro, a las amenazas relacionadas con el clima.

    Libia y otros países afectados por inundaciones, especialmente en zonas de conflicto, podrían aprender mucho de Pakistán, donde los planes de recuperación de inundaciones similares en 2022 difieren en algunos aspectos importantes.

    La respuesta de Pakistán a sus inundaciones incluyó una evaluación integral de las necesidades posteriores al desastre, una estrategia que describe prioridades claras para reconstruir los medios de vida, la agricultura y la infraestructura pública durante los próximos cinco años.

    El enfoque de Libia carece de esta planificación anticipada. Sin realizar una evaluación integral de lo que un país necesita, no se pueden llevar a cabo esfuerzos de recuperación significativos de manera efectiva.

    El marco de Sendai de las Naciones Unidas, un acuerdo global que guía a los países en la reducción de los riesgos de desastres naturales, enfatiza la importancia de "reconstruir mejor" en la recuperación para reducir las vulnerabilidades de un lugar y su gente.

    Sin embargo, la mayor parte de la gestión de desastres no se centra en la recuperación a largo plazo. Mi investigación sobre recuperación de desastres y adaptación al cambio climático indica que la mejor ruta para el desarrollo de planes integrales y sostenibles es que el gobierno y las organizaciones relevantes reconstruyan las comunidades afectadas, reparen la infraestructura dañada y brinden apoyo social, económico y de salud continuo.

    Ahora que se han desplegado la respuesta inicial y los esfuerzos de ayuda en las regiones afectadas de Libia, el enfoque debe cambiar para considerar la recuperación a largo plazo de estas comunidades.

    El daño de la deuda

    El país también necesita considerar cómo financia su recuperación. Los países en desarrollo tienden a depender en gran medida de préstamos para financiar programas de recuperación. Los países, incluido Pakistán, a menudo se ven obligados a seguir pagando los préstamos existentes después de los desastres en lugar de gastar nuevos fondos en la recuperación.

    El camino de Pakistán hacia la recuperación de las grandes inundaciones de 2010 y 2011 es un claro ejemplo de los desafíos que enfrentan los países cuando cargan con una pesada deuda. Para reconstruir y rehabilitar, Pakistán pidió prestado la asombrosa cantidad de entre 20.000 y 40.000 millones de dólares. Esto tuvo un costo significativo.

    En 2021, la carga del pago de las deudas ascendió a 11.900 millones de dólares anuales, lo que representa el 32% de los ingresos del gobierno de Pakistán. En consecuencia, la capacidad de Pakistán para responder eficazmente a las inundaciones de 2022 se vio gravemente restringida. Irónicamente, el país acumuló más deuda para abordar las secuelas de estas inundaciones de la que recibió en apoyo humanitario en 2022.

    Países como Libia necesitan gestionar cuidadosamente su endeudamiento para evitar desafíos económicos y cargas de deuda a largo plazo. La experiencia de Pakistán demostró que las donaciones privadas dentro del país pueden ser una fuente importante de fondos, junto con las donaciones internacionales que son más comunes.

    Libia podría explorar fuentes de financiación alternativas, como subvenciones internacionales, préstamos de instituciones financieras internacionales, redirigir las asignaciones presupuestarias existentes y generar ingresos adicionales a nivel nacional mediante la estimulación del crecimiento económico.

    Camino a la recuperación

    También existe una cuestión más literal de cómo reconstruir. En Pakistán, la reconstrucción de carreteras, puentes, centrales eléctricas, escuelas, hospitales y viviendas dañadas requirió un enfoque colaborativo. Inspirándose en el modelo de vivienda autorresiliente desarrollado por Yasmeen Lari, la primera arquitecta de Pakistán, la participación de la comunidad local fue clave.

    Este modelo también promueve la sostenibilidad y genera empleo local mediante el uso de materiales de origen local, como los ladrillos de barro. En lugar de depender de materiales de construcción convencionales y costosos como bloques de cemento, la población local fabrica ladrillos de barro utilizando arcilla de origen local y otros materiales naturales que son fácilmente reemplazables en el futuro.

    El enfoque de viviendas de autorresiliencia de Pakistán aprovecha los beneficios de las cadenas de suministro cortas y crea empleos locales en el proceso. Libia necesita aprender lecciones de esta estrategia para reconstruir la infraestructura.

    Los esfuerzos de recuperación no deberían centrarse únicamente en la reconstrucción de la infraestructura física. También debe darse prioridad al fortalecimiento de la resiliencia económica, social y ambiental. Como se ha visto en Pakistán, millones de personas todavía luchan por encontrar un medio de vida sostenible y el agua potable sigue siendo un problema apremiante en muchas zonas afectadas.

    El apoyo social y psicológico es igualmente importante. Eso incluye servicios de asesoramiento y sistemas de salud mental para abordar el trauma, el duelo y la pérdida.

    Un estudio de 2022 realizado por investigadores iraníes reveló que los síntomas del trastorno de estrés postraumático eran particularmente prevalentes después de inundaciones extremas. Otro informe de 2022 mostró que los supervivientes de las inundaciones en Pakistán que recibieron apoyo psicológico profesional se recuperaron más rápida y completamente.

    Para allanar el camino hacia la recuperación en Libia, se necesitará apoyo adicional, particularmente en términos de refugios temporales, medicinas y acceso a instalaciones de salud y servicios sanitarios.

    La acción local coordinada y una gobernanza estable ayudarán a regiones frágiles como Libia y Pakistán a fortalecer las comunidades y prepararse para más crisis climáticas inevitables. La consolidación de la paz debe ser una parte integral de la recuperación, prevención y preparación para la crisis climática.

    Proporcionado por The Conversation

    Este artículo se vuelve a publicar desde The Conversation bajo una licencia Creative Commons. Lea el artículo original.




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