Los circones, un mineral casi tan antiguo como la propia Tierra, cristalizan cuando los magmas (rocas fundidas) se enfrían y se pueden encontrar en pequeñas cantidades en las rocas magmáticas. La formación de magma constituye las montañas de la Tierra. A través de interacciones con el agua y la atmósfera, las montañas se descomponen en sedimentos.
Los circones son tan duraderos y resistentes a la intemperie y la erosión que rara vez desaparecen y, por lo tanto, este mineral en los sedimentos (los llamados "circones detríticos") contiene la mayor información sobre la historia de la Tierra. El circonio se enriquece con U (datación U-Pb), controla el tiempo y también proporciona una ventana química a muchos fenómenos geológicos, como el estado de oxidación.
Esta comprensión llevó a un estudio realizado por el Dr. Rui Wang y su Ph.D. estudiante Shao-Chen Wu (Instituto de Ciencias de la Tierra, Universidad de Geociencias de China, Beijing), Dr. Roberto Weinberg y Dr. Peter Cawood (Universidad de Monash) y Dr. William Collins (Universidad de Curtin). El estudio se publica en la revista Boletín Científico .
El equipo utiliza un nuevo método de Loucks et al. (2020) para determinar el estado de oxidación de magmas graníticos que utiliza proporciones de Ce, U y Ti en circón para rastrear el cambio del estado de oxidación de los magmas de la corteza terrestre a lo largo de la historia de la Tierra. El cálculo no requiere conocer una carga iónica, ni tampoco es necesaria la determinación de la temperatura de cristalización, la presión o la composición de la masa fundida original.
Más información: Rui Wang et al, Los circones revelan la historia de las fluctuaciones en el estado de oxidación del magmatismo de la corteza terrestre y el ciclo del supercontinente, Science Bulletin (2023). DOI:10.1016/j.scib.2023.10.034
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