La Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. clasificó el viernes dos de los llamados "químicos permanentes" como sustancias peligrosas, lo que significa que los responsables de liberarlas tendrán que pagar para limpiar la contaminación.
Los dos químicos, el ácido perfluorooctanoico (PFOA) y el ácido perfluorooctanosulfónico (PFOS), son los más estudiados y más ampliamente detectados entre los "químicos permanentes" conocidos como PFAS (sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas).
La exposición a estas sustancias "se ha relacionado con cánceres, impactos en el hígado y el corazón, y daños inmunológicos y de desarrollo en bebés y niños", dijo la EPA en un comunicado.
El PFOA se utilizaba anteriormente en sartenes de teflón antiadherentes y en el pasado se utilizaba en revestimientos para proteger ropa y alfombras, así como en espumas contra incendios.
La nueva designación "permite a la EPA abordar más sitios contaminados, tomar medidas más tempranas y acelerar las limpiezas, al mismo tiempo que garantiza que los contaminadores paguen los costos de limpiar la contaminación que amenaza la salud de las comunidades", dijo el jefe de la EPA, Michael Regan.
Una vez que la nueva regla de la EPA entre en vigencia, 60 días después de su publicación en el registro federal, las empresas deberán indicar inmediatamente cualquier liberación de PFOA o PFOS que exceda los límites permitidos.
"La designación es especialmente importante ya que la demora en abordar la contaminación permite que el PFOA y el PFOS tengan más tiempo para migrar al agua y al suelo, empeorando la contaminación existente", dijo la agencia.
A principios de este mes, las autoridades estadounidenses anunciaron las primeras normas nacionales para el agua del grifo para proteger al público de los "químicos permanentes" tóxicos, que son invisibles y están presentes en el agua, el suelo, el aire y el suministro de alimentos.
La medida reduciría la exposición a PFAS en el suministro de agua de unos 100 millones de personas, previniendo miles de muertes y decenas de miles de enfermedades graves, afirmó la EPA.
Los PFAS se acumulan en el cuerpo humano y nunca se descomponen en el medio ambiente.
Según un estudio de 2023 realizado por una agencia gubernamental, al menos el 45 por ciento del agua del grifo en los Estados Unidos está contaminada con PFAS.
© 2024 AFP