Un nuevo estudio muestra que el cambio climático está transformando las tormentas de polvo, un fenómeno natural en Medio Oriente, en una amenaza más frecuente y generalizada para la salud y las economías en toda la región.
Los niveles de polvo han aumentado en muchas partes de Medio Oriente debido principalmente al calentamiento global, pero otras actividades humanas también comparten el crédito, dice Zahra Kalantari, profesora asociada del KTH Royal Institute of Technology. Cita factores como la extracción de petróleo, los conflictos militares y la falta de coordinación transfronteriza en la gestión del agua.
Publicado en la revista Ciencia del Medio Ambiente Total , el estudio mapea la propagación del polvo en aerosol y señala dónde y cuándo las tendencias en precipitación y evaporación han empeorado.
Al analizar múltiples conjuntos de datos durante los últimos 40 años, los investigadores encontraron un aumento en los niveles de polvo en Arabia Saudita, Irak, Yemen, partes de Irán y Egipto y países alrededor del Golfo Pérsico, mientras que han disminuido en el norte de Irán y el suroeste de Turquía.
Se informó que el área entre los ríos Tigris y Éufrates en el norte de Irak y a lo largo de la frontera entre Siria e Irak tiene la mayor concentración de fuentes de polvo en la región, lo que refleja un fuerte aumento en los últimos 20 años.
Los investigadores documentaron una notable disminución de las precipitaciones en el norte de Irak, Siria, el suroeste de Irán y el sur de Turquía. Los efectos naturales del clima árido y cálido de la zona también se han intensificado por factores como la deforestación, la construcción de represas, el riego excesivo y la extracción de agua y los conflictos militares. Kalantari dice que un resultado grave es la reducción de la humedad del suelo y la cobertura vegetal, que normalmente ayudan a reducir los niveles de polvo.
Las consecuencias ambientales incluyen la erosión del suelo, la pérdida de biodiversidad y la desertificación, afirma. Las pérdidas económicas pueden resultar de infraestructura dañada, interrupción de la agricultura y reducción del turismo.
También se pueden esperar perturbaciones sociales, afirma, y las poblaciones vulnerables sufrirán desproporcionadamente.
Kalantari dice que la cooperación regional es vital para abordar factores complejos e implementar medidas efectivas de control del polvo. Es imprescindible contar con estrategias integrales para mitigar los efectos adversos sobre la salud, la ecología y el desarrollo socioeconómico.
Los investigadores piden "una estrategia integral centrada en la gestión ambiental y las reformas políticas". Las medidas prescriptivas incluyen reforestación, conservación del suelo, conservación del agua, cooperación regional, planificación urbana sostenible, sistemas de monitoreo avanzados, campañas de concientización pública y medidas de adaptación climática.
"Estos esfuerzos, combinados con la investigación y la colaboración transfronteriza, son esenciales para un medio ambiente sostenible que sea resistente a las tormentas de polvo en Oriente Medio", afirma Kalantari.
Más información: Hossein Mousavi et al, Interacciones entre el polvo y el clima en Medio Oriente:análisis espacio-temporal de la profundidad óptica de los aerosoles y las variables climáticas, Ciencia del Medio Ambiente Total (2024). DOI:10.1016/j.scitotenv.2024.172176
Información de la revista: Ciencia del Medio Ambiente Total
Proporcionado por KTH Royal Institute of Technology