Las ciudades africanas no son lugares acogedores para los peatones. Sin embargo, caminar es gratis y, dada la escasez de transporte público decente, a menudo es la única forma de moverse. Más del 70% de la población urbana de África, de unos 609 millones de habitantes, camina diariamente hacia sus diversos destinos.
Como investigadores que estudiamos el desarrollo urbano, siempre buscamos ideas que los planificadores y las autoridades municipales puedan utilizar para hacer que las ciudades africanas y del sur del mundo sean socialmente equitativas, sostenibles y resilientes.
En un artículo reciente revisamos algunas de las políticas de transporte y planificación urbana de Ghana, explorando hasta qué punto los formuladores de políticas y las autoridades de la ciudad planificaron e implementaron intervenciones que abordaron las necesidades de los peatones. Luego contrastamos lo que encontramos con las experiencias de caminata de los residentes de dos asentamientos de bajos ingresos en Accra.
Más de las tres cuartas partes (75,3%) de la población nacional realizan hasta diez desplazamientos diarios a pie a lugares como escuelas, mercados e iglesias. En nuestro estudio se encontró una tendencia similar, donde más de dos tercios realizan viajes diarios a pie.
Si bien Ghana tiene varias políticas de planificación del transporte y del desarrollo local, nuestros hallazgos sugieren serias brechas entre las políticas y la realidad. Proporcionan información sobre por qué las ciudades de África enfrentan dificultades persistentes para conectar las iniciativas de desarrollo con las necesidades apremiantes de los pobres urbanos.
Nuestros resultados muestran que las políticas y los planes municipales prestan poca atención a cómo hacer que caminar sea una experiencia placentera. También descubrimos que las políticas y los planes no coincidían con las experiencias reales de los residentes al caminar.
Recomendamos que los planificadores urbanos trabajen con los residentes para encontrar soluciones que hagan que los vecindarios urbanos sean transitables. Un ejemplo de esto proviene de Freetown en Sierra Leona, donde planificadores de desarrollo, académicos y residentes se reunieron para producir una base de datos sobre caminatas para informar la planificación de cambios en la ciudad.
Algunas ciudades africanas han incluido estrategias para caminar en sus políticas de transporte.
Por ejemplo, en Lagos (Nigeria), la Autoridad de Transporte del Área Metropolitana de Lagos desarrolló una política para aumentar las caminatas mediante la creación de una red segura y agradable de senderos, vías verdes y otras instalaciones. En Addis Abeba (Etiopía) se desarrolló una política similar. Su objetivo era animar a la gente a caminar y mejorar la conectividad con el transporte público.
Nairobi (Kenia) tiene una política similar para mejorar el entorno para caminar. Ha clasificado todas las carreteras y calles de la ciudad para evaluar la conveniencia de caminar. La política también da prioridad a los peatones sobre los coches y camiones privados en algunas zonas, por ejemplo restringiendo el uso de los coches.
Todas estas políticas son encomiables. Pero su puesta en práctica se ha visto obstaculizada por desafíos como la financiación, la percepción pública y la capacidad técnica.
En este contexto, el estudio de Accra analizó cómo las disposiciones de las políticas nacionales de transporte y los planes de desarrollo local se alineaban con las experiencias vividas por los residentes para coproducir conocimiento para prevenir tales desafíos.
Elegimos dos sitios de estudio, Accra New Town y Dome, ubicados en el municipio de Ayawaso Norte y el municipio de Ga Este, para representar las áreas suburbanas y del centro de la ciudad.
Utilizamos entrevistas en profundidad y semiestructuradas para capturar las perspectivas de los representantes que trabajaron para el gobierno local, así como de los residentes de las comunidades de estudio. Nuestras preguntas fueron diseñadas para comprender la accesibilidad y seguridad de los caminos peatonales y cómo fue la experiencia.
Accesibilidad: Las políticas actuales están diseñadas para proporcionar instalaciones dedicadas, seguras, confiables y apropiadas para los peatones. Pero nuestra investigación mostró que no existía una infraestructura amigable para los peatones que garantizara el acceso a las instalaciones y servicios. Los planificadores aludieron a la falta de fondos y a desafíos de desarrollo competitivos. Los residentes describieron caminar como precario, ya que tenían que competir por el espacio para caminar con vendedores y automovilistas. Una entrevista con uno de los participantes de Accra New Town reveló:"Las carreteras actuales que tenemos en el barrio están en malas condiciones, y muchas de ellas carecen de aceras y puentes peatonales que permitan a la gente cruzar las calles".
Seguridad: La investigación mostró un abismo entre las ambiciones políticas para caminar y las realidades a nivel comunitario. Los planes de desarrollo municipal no establecieron estrategias viables para abordar el conflicto entre los usuarios de las carreteras. Nos hablaron de accidentes frecuentes que involucraban a viajeros, vendedores y automovilistas. Reflexionando sobre la situación de seguridad en Dome, uno de los participantes dijo:"Cuando caminas con tu teléfono, si no eres inteligente, te pueden quitar el teléfono en cualquier momento. Así que da mucho miedo... sería bueno que el gobierno local Se centra en esa zona porque los niños también caminan por allí."
Los peatones son los que corren mayor riesgo. Los datos muestran que sufren el 39,5% de las muertes relacionadas con el transporte en Ghana.
Placeridad: Esto fue lo menos considerado tanto en las políticas a nivel nacional como en los planes de desarrollo municipal. No había señales de instalaciones e infraestructura que ofrecieran comodidad o estética para mejorar la experiencia de caminar de los peatones. Estos incluyen árboles en las calles, bancos y contenedores de basura.
En ambos sitios de estudio hubo basura no recolectada en las vías y olores desagradables. Un residente de Accra New Town dijo:"Tenemos ejercicios de limpieza periódicos, dirigidos por el miembro de la asamblea, para limpiar las calles y las grandes alcantarillas para permitir el libre flujo del agua y también reducir el olor y los caminos polvorientos".
La profunda brecha entre lo que dicen las políticas y las experiencias cotidianas en nuestro estudio exige nuevas formas de pensar y actuar dentro del régimen de planificación del desarrollo y el transporte urbano.
Sugerimos que los planificadores urbanos y los responsables políticos consideren diseñar formas de hacer que caminar sea más fácil en colaboración con los ciudadanos.
Dar a las comunidades la oportunidad de participar y compartir lo que saben puede convertir a los residentes urbanos africanos de caminantes cautivos en caminantes que disfrutan de su ciudad.
Proporcionado por The Conversation
Este artículo se vuelve a publicar desde The Conversation bajo una licencia Creative Commons. Lea el artículo original.