Una nueva investigación proporciona apoyo del mundo real a una hipótesis de larga data de que la erosión glacial en los Andes del norte de la Patagonia ha influido en los procesos tectónicos que construyen las montañas. Crédito:McKay Savage, CC BY 2.0
El cambio climático puede afectar los procesos tectónicos que deforman la superficie de la Tierra para construir montañas. Por ejemplo, en deformar activamente cadenas montañosas como los Andes norpatagónicos, La erosión causada por el aumento de las precipitaciones o los glaciares podría alterar la estructura de las montañas hasta tal punto que las tensiones y tensiones internas cambien y se reconfiguren. cambiando la forma en que se moldea el terreno.
Sin embargo, aunque la evidencia teórica apoya la influencia de la erosión provocada por el clima en la formación de montañas, Faltan datos del mundo real. Ahora García Morabito et al. presentan nuevos datos que apoyan la retroalimentación teorizada entre el clima y la deformación tectónica en los Andes Norpatagónicos.
Investigaciones anteriores han explorado ampliamente la historia climática y geológica de la región. Todavía, la temporización, duración, y los patrones espaciales de deformación tectónica no se han examinado previamente con suficiente precisión para establecer fuertes conexiones causales entre el cambio climático y los procesos de formación de montañas.
Para llenar este vacío los investigadores realizaron observaciones de campo en los Andes norpatagónicos, con un enfoque en la cuenca del antepaís que se encuentra justo al este de las montañas y tiene firmas de su historia tectónica. La clave para el análisis fue la datación de las rocas y estructuras de la cuenca según las proporciones de uranio-plomo y los niveles de isótopos de berilio. Esta datación permitió a los investigadores analizar la deformación a nivel de fallas individuales.
Combinado con datos recopilados previamente, las nuevas observaciones revelaron una imagen más clara del pasado de la región:un período de deformación y elevación generalizadas parece haber ocurrido desde hace unos 13 a 7 millones de años. Luego, deformación disminuida en el antepaís, coincidiendo con el inicio de la glaciación en las montañas.
En los últimos millones de años, a medida que se intensificaba la erosión glacial, se produjo una reconfiguración estructural, con la deformación del promontorio deteniéndose mientras aumentaba la actividad de fallas dentro de las montañas. Estos hallazgos coinciden con las predicciones teóricas, apoyando el impacto del cambio climático en los procesos de construcción de montañas.
Esta historia se vuelve a publicar por cortesía de Eos, alojado por la American Geophysical Union. Lea la historia original aquí.