Representación de un artista de ondas sísmicas submarinas. Crédito:Caltech
Un equipo de investigadores del Instituto de Tecnología de California y la Academia de Ciencias de China ha desarrollado una forma de detectar cambios en la temperatura del océano midiendo las ondas sonoras generadas por terremotos submarinos. En su artículo publicado en la revista Ciencias , el grupo describe cómo funciona su sistema y qué tan bien funcionó cuando se probó.
A medida que el planeta se calienta debido al calentamiento global, los científicos continúan estudiando su impacto. Una de esas áreas de investigación involucra los océanos. Algunos modelos han sugerido que los océanos del mundo absorben aproximadamente el 90 por ciento del exceso de calor producido por los gases de efecto invernadero. Desafortunadamente, porque el océano es tan vasto y por la cantidad de variables involucradas, los científicos no saben cuánto se ha calentado el océano en su conjunto.
Allá por los años 70, un equipo de la Institución de Oceanografía Scripps propuso la idea de enviar ondas de sonido a través del agua para medir cuánto calor había en ella utilizando una técnica que llamaron tomografía acústica oceánica. Se basó en la idea de que el agua caliente transmite ondas sonoras más rápido que el agua más fría. En ese momento se señaló que la técnica podría usarse para medir el calor en el océano desde el fondo marino hasta la superficie. Pero la idea fue descartada cuando los ambientalistas sugirieron que enviar ondas de sonido a través del océano podría dañar la vida marina. En años recientes, los científicos marinos han desplegado una flota de 4, 000 sensores de temperatura en todo el mundo, pero solo pueden recopilar datos de temperatura hasta 2, 000 metros.
En este nuevo esfuerzo, los investigadores han visitado la idea de utilizar tomografía acústica pero en lugar de generar ondas sonoras, han utilizado el ruido que se genera de forma natural:los terremotos. Para que la idea funcione, los investigadores tuvieron que encontrar una fuente estable de ondas sonoras generadas por terremotos. Eso los llevó a usar lo que se conoce como "repetidores":terremotos que ocurren en el mismo lugar y con los mismos niveles de energía de forma regular. Después de identificar 2, 000 de este tipo de repetidores (que se habían grabado) que se produjeron durante los años 2005 a 2016, los investigadores midieron los cambios en el tiempo que tardaban las ondas de sonido en viajar desde un lugar en Indonesia hasta una estación de sensores en la isla de Diego García. Al mirar los datos, encontraron que la temperatura del agua había aumentado en un promedio de 0,044 grados Celsius por década, muy cerca de lo que sugerían los sensores de temperatura flotantes.
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