1. metamorfismo: Las rocas precámbricas a menudo son muy metamorfosas. Esto significa que han sido sometidos a intensos calor y presión, cambiando su composición y estructura originales. El intenso calor y la presión asociados con la tectónica de placas y los eventos de construcción de montaña durante la era precámbrica a menudo alteraron estas rocas tempranas.
2. Ausencia de fósiles complejos: Si bien las rocas precámbricas contienen evidencia de la vida temprana, generalmente carecen de los fósiles complejos que se encuentran en las rocas más jóvenes. Esto se debe a que las formas de vida temprana eran en su mayoría organismos unicelulares y de cuerpo blando, lo que hace que la fosilización sea menos probable. Los fósiles famosos conocidos como estromatolitos, estructuras en capas formadas por esteras microbianas, son un indicador clave de la vida temprana en el precámbrico.
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