Qué necesitan los huracanes:
* agua oceánica tibia: Los huracanes necesitan temperaturas del agua de al menos 80 ° F (26.5 ° C) para proporcionar el calor y la humedad necesarios para que se desarrolle la tormenta.
* Bajo cizallamiento del viento: El cizallamiento del viento es el cambio en la velocidad y la dirección del viento con altitud. La baja cizalladura del viento permite que las tormentas eléctricas del huracán crezcan verticalmente y se fortalezcan.
* perturbación preexistente: Se necesita una perturbación climática preexistente, como una onda tropical o un área de baja presión, para iniciar el proceso.
* Efecto Coriolis: Esta fuerza, causada por la rotación de la Tierra, desvía los vientos a la derecha en el hemisferio norte y a la izquierda en el hemisferio sur, contribuyendo al movimiento giratorio del huracán.
Topografía y huracanes:
Si bien la topografía no causa directamente huracanes, puede afectar su camino e intensidad:
* Montañas: Las montañas pueden actuar como barreras, desviando huracanes lejos de ciertas áreas. También pueden causar cambios en los patrones de viento dentro de la tormenta, afectando su intensidad.
* Características costeras: Las costas y las entradas pueden influir en la tierra de un huracán y la gravedad de la marejada ciclónica.
* Elevación: Las elevaciones más altas, como las montañas, pueden hacer que los huracanes se debiliten a medida que aumentan en la altitud.
En resumen: Los huracanes son fenómenos atmosféricos impulsados principalmente por condiciones oceánicas y dinámica atmosférica. Si bien la topografía puede influir en su camino e impacto, no es un requisito para su formación.