He aquí por qué:
* Resistente al cambio químico: El cuarzo es extremadamente resistente a la meteorización y la alteración química. Puede soportar las altas temperaturas y presiones asociadas con el metamorfismo sin cambiar significativamente su composición química.
* amplia gama de estabilidad: El cuarzo es estable en una amplia gama de condiciones metamórficas, desde rocas metamórficas de bajo grado (por ejemplo, pizarra) hasta de alto grado (por ejemplo, gneis).
* Abundante en la corteza terrestre: El cuarzo es un mineral muy común, lo que lo convierte en un componente frecuente de las rocas metamórficas.
Mientras que otros minerales como el feldespato, la mica y el granate pueden estar presentes en algunas rocas metamórficas, su presencia y abundancia varían según el grado metamórfico. El cuarzo, sin embargo, es un compañero constante, que proporciona un fuerte indicador de procesos metamórficos.