1. El agua se filtra en grietas:
- El agua, en forma líquida, puede penetrar fácilmente en las grietas y las grietas en las rocas.
2. Congelamiento y expansión:
- Cuando las temperaturas caen por debajo de la congelación (0 ° C o 32 ° F), el agua atrapada en las grietas se convierte en hielo.
- El agua se expande en aproximadamente un 9% cuando se congela, ejerciendo una presión significativa sobre las paredes de la roca.
3. Ciclos repetidos de congelación-descongelación:
- Con el tiempo, los ciclos repetidos de congelación-descongelación hacen que el hielo se expanda y se contraiga, ampliando las grietas y rompiendo gradualmente la roca.
4. Medición mecánica:
- Este proceso se conoce como encadenamiento Frost o ICE CASA . Es una poderosa fuerza mecánica que puede romper la roca más sólida.
5. Diferentes tipos de rocas:
- Las rocas con más poros y grietas son más susceptibles a las cuanas de las heladas.
- Las rocas con mayor porosidad (más espacios) contendrán más agua, lo que conducirá a una mayor presión durante la congelación.
Ejemplos de daño por heladas:
- pendientes de astrágalo: Estas son pilas de desechos de rocas en la base de los acantilados, a menudo creados por la coleta de heladas.
- glaciares de roca: Estas masas de roca y hielo lentas también se forman mediante una cuña de escarcha, donde el hielo se acumula en grietas y congelas, empujando la roca hacia abajo.
- Potholes: Estas depresiones en el suelo se pueden formar mediante cuña de escarcha, donde el agua se acumula en depresiones y congelas, expandiendo y rompiendo la roca.
Otros procesos de meteorización:
- El daño por heladas a menudo funciona junto con otros procesos de meteorización, como:
- Expansión y contracción térmica: Las rocas se expanden en calor y se contraen en frío, creando estrés que puede provocar grietas.
- meteorización química: El agua de lluvia puede disolver ciertos minerales en rocas, haciéndolos más susceptibles al daño por heladas.
En general:
La cuña de escarcha es una fuerza significativa de meteorización en climas fríos, descomponiendo gradualmente rocas y configurando paisajes durante largos períodos. Este proceso juega un papel crucial en la formación de diversas características geológicas y contribuye al ciclo constante de erosión y evolución de la forma terrestre.