La radiación de fondo es una exposición constante de bajo nivel a la radiación ionizante de fuentes naturales. Está a donde vamos y es una parte normal de nuestro entorno. Así es como contribuyen las rocas, el suelo y los rayos cósmicos:
1. Rocas y suelo:
* Elementos radiactivos: Las rocas y el suelo contienen elementos radiactivos naturales como uranio, torio y potasio-40. Estos elementos decaen con el tiempo, emitiendo radiación alfa, beta y gamma.
* uranio y torio: Estos elementos pesados se encuentran en diferentes concentraciones en toda la corteza terrestre. Sus cadenas de descomposición conducen a la producción de numerosos isótopos radiactivos, contribuyendo significativamente a la radiación de fondo.
* potasio-40: Un isótopo de potasio natural, que se encuentra en minerales y rocas comunes. Se descompone a través de la emisión beta, contribuyendo a la radiación de fondo.
2. Rayos cósmicos:
* partículas de alta energía: Los rayos cósmicos son partículas de alta energía desde el espacio exterior, principalmente que se originan del sol, otras estrellas y las explosiones de supernova. Estas partículas bombardean la atmósfera de la Tierra constantemente.
* Interacciones atmosféricas: Cuando los rayos cósmicos interactúan con los átomos en la atmósfera, crean partículas secundarias como muones, piones y neutrones, que contribuyen a la radiación de fondo.
* Variación: La intensidad de los rayos cósmicos varía con la altitud y la latitud. Las altitudes más altas y las regiones polares tienen un mayor flujo de rayos cósmicos.
La contribución de cada fuente varía según la ubicación:
* Áreas geológicamente activas: Las regiones con roca madre de granito o actividad volcánica tienden a tener una mayor radiación de fondo debido a la presencia de elementos más radiactivos.
* Áreas costeras: A menudo tienen una radiación de fondo más baja debido a la influencia del mar, que actúa como un escudo natural contra los rayos cósmicos.
* altitud: Las altitudes más altas han aumentado la exposición a los rayos cósmicos, lo que resulta en una mayor radiación de fondo.
En general:
La radiación de fondo es un fenómeno natural, y sus fuentes varían según la ubicación. Las rocas, el suelo y los rayos cósmicos son los principales contribuyentes, y su presencia es un recordatorio del intercambio de energía continuo en el universo. Si bien la exposición a la radiación de fondo generalmente se considera segura en los niveles típicos, es importante estar al tanto y tomar precauciones si es necesario en entornos de alta exposición.