* Densidad de nieve: La nieve recién caída es muy esponjosa y tiene una baja densidad. A medida que se asienta, se compacta y su densidad aumenta. Esto significa que la misma cantidad de nevadas puede dar como resultado diferentes profundidades dependiendo de cuánto se haya empacado.
* viento: El viento puede soplar nieve, creando deriva en algunas áreas y dejando otras áreas relativamente desnudas. Esto puede alterar significativamente la profundidad de la nieve en el suelo.
* terreno: La forma de la tierra afecta la acumulación de nieve. La nieve tiende a acumularse más en huecos y en el lado de Lee de las colinas.
En resumen: Un pie de nevada podría resultar en unas pocas pulgadas de nieve en el suelo, o podría conducir a un pie o más de nieve dependiendo de los factores mencionados anteriormente.