La superficie de Fobos está particularmente llena de cráteres, algunos de ellos de más de 1 kilómetro de diámetro. El cráter más grande de Fobos es Stickney, que tiene unos 9 kilómetros de diámetro. Se cree que Stickney se formó por un impacto que casi destrozó a Fobos.
Deimos tiene menos cráteres que Fobos, pero todavía hay varios cráteres grandes en su superficie. El cráter más grande de Deimos es Swift, que tiene unos 2 kilómetros de diámetro. Se cree que Swift se formó por un impacto que expulsó una gran cantidad de material de Deimos, creando una gran capa de eyección.
Los cráteres de Fobos y Deimos son importantes porque pueden proporcionar información sobre la historia del Sistema Solar. Al estudiar el tamaño, la forma y la distribución de los cráteres de estas lunas, los científicos pueden aprender sobre los tipos de objetos que las han impactado a lo largo del tiempo. Esta información puede ayudarnos a comprender mejor la evolución del Sistema Solar y los peligros a los que se enfrentan las misiones espaciales.