Alfred Wegener propuso la teoría de la deriva continental, que afirma que los continentes se han movido a lo largo del tiempo. Un tipo de evidencia que apoya esta hipótesis es la existencia de formaciones rocosas coincidentes en diferentes continentes. Por ejemplo, las mismas formaciones rocosas se encuentran en el este de América del Sur y en el oeste de África. Esto sugiere que estos dos continentes alguna vez estuvieron conectados.