Atracción gravitacional :La masa de la Tierra ejerce una fuerza gravitacional que atrae todos los objetos, incluido el material de la Tierra, hacia su centro. Esta atracción hace que la materia de la Tierra se distribuya en forma esférica. Los objetos en la superficie de la Tierra y dentro de ella son atraídos hacia el centro, dando como resultado una forma esférica.
Fuerza de rotación :A medida que la Tierra gira sobre su eje, experimenta una fuerza centrífuga. Esta fuerza actúa hacia afuera desde el centro de la Tierra y se opone a la fuerza gravitacional. La combinación de atracción gravitacional y fuerza centrífuga crea un equilibrio que determina la forma de la Tierra. La Tierra se abulta ligeramente en el ecuador y se aplana en los polos debido al efecto de rotación.
Equilibrio hidrostático :El material de la Tierra, particularmente las capas líquidas y fundidas, responde a las fuerzas gravitacionales y de rotación logrando el equilibrio hidrostático. Esto significa que la presión dentro del interior de la Tierra está equilibrada, lo que permite una estructura esférica estable.
Procesos geológicos :A lo largo de largas escalas de tiempo geológico, la forma de la Tierra está influenciada por varios procesos geológicos. Los movimientos de las placas tectónicas, la actividad volcánica, la erosión y la sedimentación contribuyen a dar forma a las características de la superficie de la Tierra, pero estos procesos ocurren durante períodos de tiempo tan extensos que tienen poco efecto sobre la esfericidad general de la Tierra.
En resumen, la forma esférica de la Tierra es el resultado de los efectos combinados de la atracción gravitacional, la fuerza de rotación, el equilibrio hidrostático y los procesos geológicos que ocurren durante millones de años.