Desde la base de la litosfera hasta una profundidad de unos 670 kilómetros (416 millas), la temperatura del manto aumenta gradualmente con la profundidad. En esta región, conocida como astenosfera, la temperatura oscila entre aproximadamente 1.000 grados Celsius y aproximadamente 1.300 grados Celsius (1.832 grados Fahrenheit a 2.372 grados Fahrenheit).
Debajo de la astenosfera, la temperatura del manto continúa aumentando más rápidamente con la profundidad. En el límite entre el núcleo y el manto, que se encuentra a unos 2.900 kilómetros (1.802 millas) debajo de la superficie de la Tierra, se estima que la temperatura ronda los 3.700 grados Celsius (6.692 grados Fahrenheit).
Es importante señalar que estos valores de temperatura son aproximados y pueden variar dependiendo de la región específica del manto y las condiciones geológicas.