Muy poco. Las regiones polares son frías y secas, con muy pocas precipitaciones. La precipitación media anual en el Ártico es de sólo unos 10 centímetros, y en la Antártida es incluso menor, de unos 2 centímetros. La mayor parte de la precipitación en las regiones polares cae en forma de nieve, que puede acumularse con el tiempo para formar glaciares.