Cuando la roca y el agua debajo de la corteza se calientan mucho, la roca puede derretirse y formar magma. El magma caliente puede hacer que se acumule presión debajo de la corteza, lo que eventualmente puede provocar erupciones volcánicas. El magma también puede ascender a través de grietas en la corteza sin entrar en erupción, formando rocas ígneas.