A principios del siglo XIX, el químico sueco Jöns Jacob Berzelius introdujo el concepto de pesos atómicos, que permitió a los químicos determinar las masas relativas de diferentes átomos y moléculas. Esto llevó al desarrollo de cálculos estequiométricos, que permiten a los químicos determinar las relaciones cuantitativas entre reactivos y productos en reacciones químicas.
En 1859, el químico alemán August Kekulé publicó un artículo en el que presentaba el concepto de estructura química, que revolucionó la forma en que los químicos pensaban sobre los compuestos químicos. Esto llevó al desarrollo de la estequiometría moderna, que tiene en cuenta la disposición de los átomos y las moléculas en las reacciones químicas.
La estequiometría es una herramienta fundamental en la química moderna y se utiliza en una amplia variedad de aplicaciones, incluido el diseño y optimización de reacciones químicas, el desarrollo de nuevos materiales y la comprensión de procesos ambientales.