El rifting continental es el proceso por el cual un continente se divide en dos o más continentes más pequeños. Este proceso suele ser la primera etapa en la formación de una nueva cuenca oceánica. La ruptura ocurre cuando la corteza terrestre se estira y adelgaza, provocando que se rompa.
La visión tradicional de la ruptura continental es que se trata de un proceso de dos etapas. En la primera etapa, la corteza se estira y adelgaza, lo que provoca que se forme un valle de rift. En la segunda etapa, el valle del rift colapsa y se forma una nueva cuenca oceánica.
Sin embargo, el nuevo estudio sugiere que la ruptura continental es en realidad un proceso más complejo. Los investigadores descubrieron que, además del proceso de dos etapas, también hay una tercera etapa, en la que el valle del rift pasa por un período de elevación. Este levantamiento es causado por la inyección de magma en la corteza, lo que hace que ésta se hinche.
Los investigadores también descubrieron que la cantidad de elevación que se produce durante la tercera etapa del rifting continental es variable. Es probable que esta variabilidad se deba a diferencias en la composición de la corteza y la velocidad a la que se inyecta magma.
Los nuevos hallazgos tienen implicaciones para nuestra comprensión de cómo se dividen los continentes y cómo se forman nuevas cuencas oceánicas. También proporcionan información sobre los procesos geológicos que ocurren durante las primeras etapas del rifting continental.
El estudio es una colaboración entre investigadores de la Universidad de Oslo, la Universidad de Cambridge, el Centro Geomar Helmholtz de Investigación Oceánica de Kiel, la Universidad de Bergen y la Universidad de Oxford.