- Infundir miedo e intimidar a la población civil. Esto puede hacerse mediante violencia, amenazas u otras formas de intimidación. El objetivo es hacer que los civiles se sientan inseguros y temerosos de cooperar con el gobierno u otras autoridades.
- Para reclutar nuevos miembros. Los grupos rebeldes suelen utilizar la violencia o la amenaza de violencia para obligar a las personas a unirse a sus filas. Esto puede ser especialmente efectivo en áreas donde el gobierno es débil o está ausente y la gente siente que tiene pocas opciones.
- Obtener control sobre territorio o recursos. Los grupos rebeldes pueden atacar a civiles para expulsarlos de una zona o para obtener acceso a recursos valiosos, como tierra, agua o minerales.
- Castigar a los civiles por cooperar con el gobierno u otras autoridades. Los grupos rebeldes pueden atacar a civiles que se consideran colaboradores del gobierno o que se perciben de otro modo como una amenaza a su causa.
- Para tomar represalias por ataques del gobierno u otras fuerzas. Los grupos rebeldes pueden atacar a civiles en represalia por ataques aéreos, operaciones militares u otras acciones tomadas por el gobierno u otras fuerzas.
- Para captar la atención de los medios. Los grupos rebeldes pueden atacar a civiles para generar cobertura mediática y llamar la atención sobre su causa. Esta puede ser una forma eficaz de crear conciencia sobre sus quejas y presionar al gobierno para que negocie.
Es importante señalar que no todos los grupos rebeldes atacan a civiles. Algunos grupos rebeldes están comprometidos a proteger a los civiles y evitar daños a los no combatientes. Sin embargo, los factores enumerados anteriormente pueden contribuir a la decisión de algunos grupos rebeldes de atacar a civiles.