El estudio del USGS es uno de los estudios más completos hasta la fecha para examinar el vínculo potencial entre la fracturación hidráulica y la contaminación del agua subterránea. El estudio utilizó una variedad de fuentes de datos, incluidos datos sobre la calidad del agua de pozos privados, suministros públicos de agua y pozos de monitoreo. El estudio también utilizó una variedad de métodos estadísticos para analizar los datos y controlar otros factores que podrían haber afectado la calidad del agua.
El estudio del USGS encontró que no hay evidencia de que la fracturación hidráulica haya causado una contaminación generalizada del agua subterránea. El estudio encontró algunos casos de contaminación de aguas subterráneas cerca de sitios de fracturación hidráulica, pero estos casos generalmente se limitaron a áreas donde había problemas preexistentes con la calidad del agua. El estudio también encontró que el riesgo de contaminación del agua subterránea debido a la fracturación hidráulica es generalmente bajo, incluso en áreas donde existen problemas preexistentes con la calidad del agua.
El estudio del USGS es consistente con los hallazgos de otros estudios que han examinado el vínculo potencial entre la fracturación hidráulica y la contaminación del agua subterránea. Estos estudios han encontrado en general que el riesgo de contaminación del agua subterránea debido a la fracturación hidráulica es bajo, incluso en áreas donde existen problemas preexistentes con la calidad del agua.
El estudio del USGS proporciona evidencia adicional de que la fracturación hidráulica no representa un riesgo significativo para la calidad del agua subterránea. Esta es información importante para los formuladores de políticas, los reguladores y el público, ya que ayuda a fundamentar las decisiones sobre el futuro de la fracturación hidráulica.