Estabilidad económica: Los trabajos en la minería del carbón proporcionan ingresos relativamente estables a las familias rurales, lo que puede ayudar a reducir el estrés y los conflictos dentro de la familia. Por el contrario, las familias de otras zonas rurales pueden tener más probabilidades de experimentar dificultades económicas, lo que puede poner a prueba sus relaciones.
Fuertes lazos comunitarios: Las comunidades carboníferas rurales suelen tener redes sociales sólidas y un sentido de comunidad, lo que puede brindar apoyo a las familias y ayudar a resolver conflictos. Por el contrario, las familias de zonas rurales más aisladas pueden tener menos probabilidades de tener acceso a este tipo de redes de apoyo.
Valores culturales: La cultura de las comunidades carboníferas rurales a menudo enfatiza los valores familiares y la importancia de permanecer juntos, lo que puede ayudar a fortalecer los matrimonios. Por el contrario, es más probable que las familias de otras zonas rurales tengan valores culturales diferentes que pongan menos énfasis en el matrimonio.
Roles de género: En las comunidades carboníferas rurales, los hombres suelen ser el principal sostén de la familia, mientras que las mujeres son responsables del cuidado del hogar y de los niños. Esta división tradicional del trabajo puede ayudar a crear una sensación de estabilidad y orden dentro de la familia, lo que puede reducir el riesgo de divorcio. Por el contrario, es más probable que las familias de otras zonas rurales tengan roles de género más igualitarios, lo que a veces puede provocar conflictos y divorcios.
Creencias religiosas: Muchas familias rurales del carbón son religiosas y sus creencias religiosas pueden proporcionarles una base sólida para su matrimonio. Por el contrario, es menos probable que las familias de otras zonas rurales sean religiosas, lo que a veces puede conducir a una falta de valores y objetivos compartidos, lo que puede aumentar el riesgo de divorcio.
Es importante señalar que estos son sólo algunos de los factores que pueden contribuir a la tasa más baja entre las familias carboníferas rurales. No existe una explicación única para este fenómeno y es probable que esté en juego una combinación de factores.