El Océano Pacífico es el océano más grande y profundo de la Tierra y cubre más de 60 millones de kilómetros cuadrados. Es el hogar de una gran variedad de vida marina, incluidos algunos de los animales más grandes del planeta, como la ballena azul y el calamar gigante. Sin embargo, el Pacífico es también uno de los océanos más remotos e inhóspitos de la Tierra. Las aguas suelen ser tormentosas y el clima puede ser impredecible, lo que dificulta la supervivencia de los humanos.
Durante miles de años, los humanos no pudieron colonizar las islas del Pacífico. Esto se debió en parte al hecho de que ENSO estuvo mucho más activo durante este tiempo. ENSO es un fenómeno climático que hace que la temperatura de la superficie del Océano Pacífico varíe de un año a otro. Durante los años de El Niño, el Océano Pacífico es más cálido de lo habitual, mientras que durante los años de La Niña, el Océano Pacífico es más frío de lo habitual. Estos cambios de temperatura pueden tener un impacto significativo en el clima de las islas del Pacífico, haciéndolas más o menos habitables para los humanos.
Hace unos 3.500 años, el ENSO pasó a un estado mucho más débil. Esto hizo que las islas del Pacífico fueran más habitables y los humanos finalmente pudieron colonizarlas. El estudio encontró que la colonización de las islas del Pacífico ocurrió al mismo tiempo que una dramática disminución en la frecuencia y magnitud de los eventos ENSO. Esto sugiere que el debilitamiento del ENSO fue un factor clave en la colonización de las islas del Pacífico.
El estudio también ayuda a explicar por qué las islas del Pacífico fueron el último gran océano poblado por humanos. Los océanos Atlántico e Índico son mucho más hospitalarios que el océano Pacífico y ambos fueron colonizados por humanos miles de años antes que el Pacífico. El estudio sugiere que el ENSO fue el principal factor que impidió que los humanos colonizaran las islas del Pacífico hasta hace 3.500 años.