Las rocas del manto medio de la Tierra fluyen lentamente porque un mineral importante se vuelve más duro y resistente a la deformación a las altas temperaturas y presiones que se encuentran en esta región, según un nuevo estudio publicado en la revista *Science*.
Este hallazgo podría ayudar a los científicos a comprender mejor el movimiento de las placas tectónicas, que son impulsadas por la convección de calor y rocas en el manto. El manto es la capa de roca que se encuentra debajo de la corteza y constituye aproximadamente el 84% del volumen de la Tierra.
"Descubrimos que un cambio en la estructura cristalina del mineral bridgmanita lo hace mucho más fuerte de lo que se pensaba anteriormente", dijo el autor principal Oliver Tschauner, profesor de mineralogía y petrología en la Universidad de Nevada, Las Vegas. "Esto significa que el manto es más resistente a la deformación y explica por qué las rocas fluyen tan lentamente en el manto medio".
La bridgmanita es el mineral más abundante en el manto terrestre. Es una forma de silicato de magnesio y hierro que sólo es estable a presiones y temperaturas muy altas. En el manto medio, la presión puede alcanzar hasta 2,5 millones de atmósferas (aproximadamente 2,5 mil millones de veces la presión al nivel del mar) y la temperatura puede alcanzar hasta 2000 grados Celsius (aproximadamente 3600 grados Fahrenheit).
En estas condiciones extremas, la bridgmanita sufre un cambio en su estructura cristalina, volviéndose más compacta y densa. Este cambio dificulta la deformación del mineral y ralentiza el flujo de rocas en el manto medio.
"Nuestra comprensión del flujo de rocas en el manto es importante porque nos ayuda a comprender el movimiento de las placas tectónicas", dijo el coautor Stephen Jacobsen, profesor de geoquímica en la Universidad Northwestern. "El movimiento de las placas tectónicas es responsable de muchas de las características de la superficie de la Tierra, como montañas, océanos y terremotos".
Los nuevos hallazgos también podrían ayudar a los científicos a comprender mejor la formación de los diamantes. Los diamantes se forman cuando el carbono se somete a presiones y temperaturas extremadamente altas. En el manto medio, la presión y la temperatura son lo suficientemente altas como para transformar el carbono en diamantes. Sin embargo, el lento flujo de rocas en el manto medio significa que los diamantes tardan mucho en formarse.
"Nuestros hallazgos proporcionan una nueva comprensión de las condiciones bajo las cuales se forman los diamantes", afirmó Tschauner. "Esto podría conducir a nuevas formas de encontrar diamantes y otros minerales valiosos en el manto de la Tierra".
El estudio fue financiado por la Fundación Nacional de Ciencias, el Observatorio Deep Carbon y la Fundación Alfred P. Sloan.