La baja conductividad térmica de la espuma de poliestireno se debe a su estructura celular. La espuma de poliestireno está formada por pequeñas burbujas de células cerradas que están llenas de aire. El aire es un mal conductor del calor, por lo que las bolsas de aire de la espuma de poliestireno ayudan a evitar la transferencia de calor.
El cartón, en cambio, está formado por fibras de celulosa. Las fibras de celulosa son buenas conductoras del calor, por lo que el cartón no aísla tan bien como la espuma de poliestireno.
Además de su menor conductividad térmica, la espuma de poliestireno también es más duradera que el cartón. Esto significa que puede soportar un mayor desgaste, lo que la convierte en una mejor opción para un uso prolongado.
Por todas estas razones, la espuma de poliestireno es un mejor aislante que el cartón.