1. Peso propio: El peso del propio conductor debido a su masa, composición del material y longitud total juega un papel importante en la aparición del hundimiento.
2. Efectos del viento: Las fuerzas del viento que actúan sobre la superficie de los cables conductores crean resistencia y elevación, lo que contribuye a su deflexión y hace que se doblen.
3. Carga de hielo y nieve: En climas fríos, la acumulación de hielo y nieve en los cables conductores aumenta su peso, amplificando aún más el efecto de hundimiento.
4. Variaciones de temperatura: Los cambios de temperatura hacen que los cables conductores se expandan o contraigan. A medida que aumenta la temperatura, los cables se expanden, lo que reduce el hundimiento, mientras que las caídas de temperatura provocan la contracción del cable y un aumento del hundimiento.
5. Longitud del tramo: La distancia entre los puntos de apoyo o torres donde se suspende el conductor se conoce como longitud del tramo. Los tramos más largos dan como resultado una mayor flexión debido al mayor peso y tensión en los cables.
6. Tensión: Los cables conductores están sujetos a tensión para mantener un cierto nivel de estabilidad e integridad estructural. Sin embargo, una tensión excesiva puede exacerbar el efecto de flacidez.
Para garantizar una transmisión segura y confiable de electricidad, se deben tomar medidas adecuadas para controlar el hundimiento de los cables conductores. Esto incluye consideraciones de diseño de ingeniería, cálculos precisos basados en diversos factores e inspecciones y mantenimiento periódicos para mitigar los efectos del hundimiento y prevenir posibles peligros o cortes de energía causados por fallas en los cables.