El objetivo: La protección catódica tiene como objetivo evitar la corrosión de un metal (como el acero) al convertirlo en el cátodo (cargado negativamente) en una celda electroquímica.
El proceso:
1. Anodo de sacrificio: Un metal más reactivo que el metal que está protegido (como el zinc o el magnesio) se une a la estructura. Este metal actúa como el ánodo .
2. flujo de electrones: El ánodo cede fácilmente los electrones (se "sacrifican") al electrolito (agua o suelo) porque es más reactivo. Estos electrones luego fluyen a través del electrolito al metal protegido (el cátodo ).
3. Protección catódica: Al ganar estos electrones, el metal protegido se carga negativamente, inhibiendo la corrosión. Esto se debe a que la corrosión ocurre cuando el metal pierde electrones, formando iones metálicos que reaccionan con oxígeno. El sistema de protección catódica esencialmente "obliga" al metal a ser el cátodo, evitando este proceso.
Analogía simplificada: Piense en ello como un juego de tira y afloja. El ánodo es un "jugador" fuerte y dispuesto que fácilmente deja ir la cuerda (electrones), mientras que el metal protegido es el jugador más débil que es reacio a dejar ir. Al darle al jugador más débil la cuerda, el jugador fuerte evita que el jugador más débil sea alejado.
En resumen:
* Flujo de electrones desde el ánodo de sacrificio hasta el metal protegido a través del electrolito.
* Este flujo hace que el metal protegido cargue negativamente , prevenir la corrosión.
Nota importante: La efectividad de la protección catódica depende de varios factores, incluido el tipo de metal que está protegido, el medio ambiente (suelo, agua, etc.) y el diseño del sistema.