Sin embargo, podemos pensar en mezclas de gases tan análogo a las soluciones. Aquí hay algunos ejemplos:
1. aire: Este es el ejemplo más común. El aire es una mezcla de nitrógeno (78%), oxígeno (21%), argón (0.9%) y pequeñas cantidades de otros gases como el dióxido de carbono y el neón.
2. Gas natural: Esta es una mezcla de metano (CH4) con diferentes cantidades de etano, propano, butano y otros hidrocarburos.
3. Gas de buceo: Los buzos usan mezclas de oxígeno y nitrógeno, a veces con helio agregado para reducir el riesgo de narcosis de nitrógeno en profundidad.
4. Mezclas de gas industrial: Muchas industrias usan mezclas específicas de gases, como gas de soldadura (acetileno y oxígeno) o mezclas de gas de calibración utilizadas para instrumentos analíticos.
5. Gasos de escape: Los gases emitidos por motores y otros procesos de combustión son mezclas de varios componentes, que incluyen dióxido de carbono, vapor de agua, nitrógeno y contaminantes potencialmente dañinos.
Si bien no son estrictamente "soluciones" en el sentido tradicional, estos ejemplos ilustran cómo los gases pueden mezclarse e interactuar de manera similar a cómo los solutos se disuelven en solventes.