aislamiento:
* Styrofoam: Sus bolsillos de aire atrapan el calor, creando una barrera entre el hielo y el aire caliente.
* lana: Similar a la espuma de poliestireno, la lana trampa al aire, actuando como un aislante.
* mantas: Estos proporcionan una capa de aislamiento.
* contenedores sellados al vacío: Retire el aire, reduciendo la cantidad de transferencia de calor.
Reflejo de calor:
* Foil de aluminio: Muy reflexivo, rebota en el calor del hielo.
* superficies brillantes: Similar a la lámina de aluminio, cualquier superficie suave y reflectante ayudará a reflejar el calor.
Creando una barrera:
* envoltura de plástico: Actúa como una barrera, ralentizando la transferencia de calor al hielo.
* Un ambiente frío: Colocar hielo en un refrigerador o congelador reducirá significativamente la fusión.
Otras estrategias:
* Agregar sal: Si bien es contradictoria, agregar sal al hielo en realidad reduce su punto de congelación. Esto significa que el hielo se derretirá a un ritmo más lento hasta que la sal se disuelva.
* Manteniendo el hielo en un recipiente: Un contenedor puede ayudar a frenar el proceso de fusión al limitar la superficie expuesta al aire cálido.
Nota importante: La efectividad de estas estrategias depende de la temperatura de los alrededores y la cantidad de exposición al calor que recibe el hielo.