1. Presión parcial de oxígeno (PO2):
* alto PO2: En ambientes con altas concentraciones de oxígeno (como en los pulmones), la afinidad de la hemoglobina por el oxígeno es alta. Esto significa que se une fácilmente a las moléculas de oxígeno.
* Po2 bajo: En áreas con bajas concentraciones de oxígeno (como los tejidos), la afinidad de la hemoglobina por el oxígeno disminuye. Esto le permite liberar oxígeno a las células que lo necesitan.
2. ph:
* pH bajo (más ácido): Una disminución en el pH (más ambiente ácido) reduce la afinidad de la hemoglobina por el oxígeno. Esto ocurre durante el ejercicio, cuando los músculos producen ácido láctico.
* pH alto (más básico): Un aumento en el pH (entorno más básico) aumenta la afinidad de la hemoglobina por el oxígeno.
3. Temperatura:
* Alta temperatura: El aumento de la temperatura disminuye la afinidad de la hemoglobina por el oxígeno. Esto es beneficioso durante el ejercicio cuando la temperatura corporal aumenta.
* baja temperatura: La disminución de la temperatura aumenta la afinidad de la hemoglobina por el oxígeno.
4. Niveles de dióxido de carbono (CO2):
* High CO2: Los altos niveles de CO2 disminuyen la afinidad de la hemoglobina por el oxígeno. Esto está relacionado con el efecto BOHR, donde la unión de CO2 a la hemoglobina altera su estructura, lo que hace que sea menos probable que se una al oxígeno.
5. 2,3-bisfosfoglicerato (2,3-bpg):
* Alto 2,3-bpg: Mayores niveles de 2,3-BPG, una molécula que se encuentra en los glóbulos rojos, disminuye la afinidad de la hemoglobina por el oxígeno. Esto es importante para el suministro de oxígeno a los tejidos durante las condiciones bajas de oxígeno.
Por lo tanto, no es la presencia o ausencia de oxígeno en sí lo que afecta directamente la afinidad, sino las condiciones fisiológicas que están influenciadas por los niveles de oxígeno. La interacción de estos factores asegura que el oxígeno se transporte y entrega eficientemente a los tejidos donde se necesita.