A medida que la temperatura disminuye, la energía cinética de las partículas disminuye, lo que hace que se muevan más lentamente y ocupen menos espacio. Las fuerzas de atracción entre las partículas se vuelven más fuertes, lo que les permite acercarse y formar una disposición más ordenada. Este proceso continúa hasta que las partículas alcanzan su estado de energía más bajo, momento en el que se dice que están en estado sólido.