Por ejemplo, el sodio tiene un electrón de valencia y, por tanto, es probable que forme un catión. El cloro tiene siete electrones de valencia y, por tanto, es probable que forme un anión.
Aquí hay algunas reglas generales sobre la relación entre el número de electrones de valencia y el tipo de ion formado:
* Es probable que los elementos con 1, 2 o 3 electrones de valencia formen cationes.
* Es probable que los elementos con 4, 5 o 6 electrones de valencia formen aniones.
* Es probable que los elementos con 7 electrones de valencia sean inertes (es decir, no forman iones).
Por supuesto, existen algunas excepciones a estas reglas. Por ejemplo, el berilio tiene dos electrones de valencia y forma un catión, mientras que el aluminio tiene tres electrones de valencia y forma un anión. Sin embargo, las reglas generales son un buen punto de partida para predecir el tipo de ion que es probable que forme un elemento.