La escala de pH es logarítmica, lo que significa que cada diferencia de números enteros en el pH representa una diferencia diez veces mayor en acidez o basicidad. Por ejemplo, una solución con un pH de 5 es diez veces más ácida que una solución con un pH de 6.
El pH de una solución está determinado por la concentración de iones de hidrógeno (H+) en la solución. Cuantos más iones de hidrógeno haya en una solución, más ácida será. Por el contrario, cuantos menos iones de hidrógeno haya en una solución, más básica será.
El pH de una solución es importante porque puede afectar las reacciones químicas que ocurren en la solución. Por ejemplo, algunas enzimas sólo funcionan a un pH específico. Si el pH de la solución es demasiado alto o demasiado bajo, la enzima no podrá funcionar correctamente.
El pH de una solución también se puede utilizar para determinar la solubilidad de sustancias en la solución. Por ejemplo, algunas sustancias son más solubles en soluciones ácidas, mientras que otras son más solubles en soluciones básicas.
El pH de una solución es un factor importante que puede afectar las reacciones químicas que ocurren en la solución y la solubilidad de las sustancias en la solución.