1. Prepare la solución:
- Disolver una masa conocida de sal (cloruro de sodio) en un vaso de precipitados con agua destilada. Revuelve la mezcla hasta que la sal se disuelva por completo.
- Añadir lentamente ácido clorhídrico (HCl) a la solución salina mientras se agita continuamente. Continúe agregando HCl hasta que la solución se vuelva ligeramente ácida (pH inferior a 7).
- Calentar la solución suavemente para ayudar a disolver la sal restante.
2. Filtrar la solución:
- Configurar un sistema de filtración utilizando un embudo Buchner, papel de filtro y un matraz de vacío.
- Vierta la solución calentada de sal y ácido clorhídrico en el embudo Buchner. El papel de filtro atrapará las partículas no disueltas, permitiendo el paso de la solución.
3. Evaporar la solución:
- Recoger el filtrado del proceso de filtración en un vaso de precipitados limpio.
- Colocar el vaso que contiene el filtrado sobre una placa caliente o sobre una fuente de calor.
- Calentar el filtrado hasta que se evapore la mayor parte del agua, quedando una solución concentrada de cloruro de calcio y cloruro de sodio.
4. Cristalización:
- Dejar que la solución concentrada se enfríe lentamente a temperatura ambiente. A medida que la solución se enfría, el cloruro de calcio comenzará a cristalizar en la solución.
- Quizás sea necesario raspar los lados del vaso para favorecer la cristalización.
5. Separar los cristales:
- Una vez que la solución se haya enfriado por completo, filtrar nuevamente la mezcla utilizando un embudo Buchner y papel de filtro. Esto separará los cristales de cloruro de calcio de la solución líquida restante.
- Lavar los cristales con una pequeña cantidad de agua fría para eliminar las impurezas residuales.
6. Secar los cristales:
- Extender los cristales de cloruro de calcio sobre un cristal de reloj o una superficie limpia forrada con papel de filtro.
- Coloque el cristal del reloj en un lugar cálido y seco para permitir que los cristales se sequen completamente.
Los cristales de cloruro de calcio secos ahora se pueden almacenar en un recipiente hermético para uso futuro.