En 2019, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) dictaminó que el intercambio privado de archivos es legal, a menos que se haga con fines comerciales. Esta decisión se aplicó luego a Francia en 2021, cuando el Tribunal de Casación dictaminó que quien comparte archivos no puede ser considerado responsable de la infracción de derechos de autor por compartir archivos con otros usuarios, siempre que no lo hagan con fines comerciales. Por lo tanto, aunque no está legalizado explícitamente, el intercambio de archivos P2P se tolera en gran medida en Francia. Sin embargo, sigue siendo ilegal distribuir contenido protegido por derechos de autor con fines comerciales.