Despenalizar el trabajo sexual tendría varios beneficios. En primer lugar, haría que las trabajadoras sexuales estuvieran más seguras al eliminar la amenaza de arresto y procesamiento. En segundo lugar, permitiría a las trabajadoras sexuales formar sindicatos y defender sus derechos. En tercer lugar, reduciría el estigma asociado con el trabajo sexual, lo que facilitaría que las personas que ejercen el trabajo sexual accedan a la atención sanitaria y a otros servicios esenciales.
Varios países ya han despenalizado el trabajo sexual, incluidos Nueva Zelanda, Canadá y Alemania. Estos países han visto una serie de beneficios positivos, incluida una reducción de la violencia contra las personas que ejercen el trabajo sexual, un aumento en su acceso a la atención médica y una disminución del estigma asociado con el trabajo sexual.
Sudáfrica debería seguir el ejemplo de estos países y despenalizar el trabajo sexual. Hacerlo haría del país un lugar más seguro y justo para todos.
Además de los argumentos presentados anteriormente, existen otras razones por las que Sudáfrica debería despenalizar el trabajo sexual.
* El trabajo sexual es una forma legítima de empleo. Las trabajadoras sexuales brindan un servicio valioso y deben ser tratadas con el mismo respeto que los demás trabajadores.
* La despenalización reduciría el riesgo de transmisión del VIH. Los trabajadores sexuales suelen ser la primera línea de defensa contra la transmisión del VIH, y la despenalización les facilitaría la prestación de sus servicios de forma segura.
* La despenalización reduciría el número de trabajadoras sexuales que son objeto de trata. Los traficantes a menudo se dirigen a personas vulnerables que están desesperadas por encontrar trabajo, y la despenalización les haría más difícil operar.
* La despenalización promovería la igualdad de género. El trabajo sexual a menudo se considera una profesión femenina y la despenalización ayudaría a acabar con el estigma asociado a él.
Los beneficios de despenalizar el trabajo sexual superan con creces los riesgos. Sudáfrica debería tomar la iniciativa en esta importante reforma global.