¿Qué pasaría si pudiéramos ayudar al problema mundial de los residuos plásticos y a la industria del transporte con la misma tecnología?
Un equipo de científicos del Laboratorio Nacional Ames del Departamento de Energía de Estados Unidos está haciendo precisamente eso. El equipo, dirigido por Aaron Sadow y Wenyu Huang, desarrolló recientemente un proceso de conversión química que produce diésel a partir de residuos plásticos.
Los plásticos son materiales importantes con propiedades que dan lugar a muchas aplicaciones, incluido el almacenamiento seguro de alimentos, la electrónica liviana y los equipos médicos sanitarios. Entre sus muchos usos, los productos de plástico desechables son una opción popular, ya que su fabricación y transporte son menos costosos que los productos fabricados con otros materiales más pesados o delicados.
Los residuos de estos "productos de un solo uso" son el principal problema de los plásticos. Los plásticos desechados duran miles de años en los vertederos, y la degradación parcial y la mala gestión de residuos han filtrado el plástico al medio ambiente natural, así como a nuestra agua potable y alimentos, causando peligros tanto para la vida silvestre como para las personas.
"Estamos convergiendo en una crisis agravada por las emisiones que afectan la calidad del aire y el cambio climático, que requiere que utilicemos nuestros recursos naturales de manera más eficiente, incluidos los recursos fósiles utilizados para fabricar plásticos y combustibles líquidos, dijo Sadow. "Pero si miramos de manera integral la energía y combustibles, productos químicos y materiales, y su suministro natural, podemos diseñar soluciones sostenibles para nuestros problemas energéticos y de residuos plásticos."
Las industrias del transporte, la manufactura, la construcción y la agricultura dependen en gran medida del diésel para suministrar energía según la demanda, crear bienes y transportar productos y personas por todo el mundo. Una forma en que los científicos están trabajando para mejorar la sostenibilidad y reducir los impactos ambientales de la industria del transporte es explorando fuentes de combustibles alternativos como este diésel derivado del plástico.
El equipo desarrolló un proceso de un solo paso que convierte los residuos plásticos en diésel directamente. "Existe una ventaja competitiva al fabricarlo a partir de plástico si se pueden evitar las enormes refinerías, y eso es exactamente lo que hace nuestra tecnología", explicó Sadow.