Era un monje austriaco que realizó experimentos innovadores con plantas de guisantes a mediados de 1800. Su trabajo sentó las bases para nuestra comprensión de cómo los rasgos se transmiten de los padres a la descendencia. Descubrió los principios fundamentales de la herencia, ahora conocidos como las leyes de Mendel, que describen la herencia de los rasgos dominantes y recesivos.