* bacterias quimiosintéticas: Estas bacterias usan productos químicos como sulfuro de hidrógeno, metano o hierro para crear energía a través de un proceso llamado quimiosíntesis. A menudo viven en entornos extremos como respiraderos hidrotermales o ecosistemas de aguas profundas donde la luz solar no puede alcanzar.
* Organismos de aguas profundas: Algunos organismos que viven en el océano profundo dependen de fuentes de alimentos que finalmente provienen de bacterias quimiosintéticas o de la lenta lluvia de la materia orgánica de la superficie.
* Organismos que viven en cuevas: Algunos organismos que viven en cuevas no tienen acceso a la luz solar y, en su lugar, confían en fuentes de alimentos como el guano de murciélago u otra materia orgánica que cae en la cueva.
Es importante tener en cuenta que a pesar de que estos organismos no dependen directamente de la luz solar para la energía, son parte de un ecosistema que finalmente depende del sol para su fuente de energía.